viernes, 28 de noviembre de 2008

Oscuridaes para el Inmortal...

Melodía del inmortal…

Era un serafín de carne y hueso
Apareció de la nada
Su memoria ya le fallaba
Pronto solo recordó un susto
Luego otro susto sintió y pesar en su pecho.
Tenía miedo…
Las montañas también lo tragaban
Las odiseas lo cargaban
Su música Gardel y las ventanas
Hablaba de su sexo en la cama
Y todo lo aburrió…

El muñeco de cuerda
La mano quebrada
Los sesos esparcidos
Las paredes manchadas
Las pesadillas que lo llamaban
Las artes plásticas
Su niña extraviada
Las venas consumidas
Su botella vacía.

Era el viejo de la esquina
La carretera lo espantaba
Su baño, vomito
Hígados, entrañas…
Oleo, sangre y estatuas.
Puras palabras…
Adrenalina
Que mata
La mescla
Poesía y sus lágrimas
Fuego, materia
Lava…
Poster del “El hombre y la cámara”.
Disco de una orquesta rusa
El libro del culto de Zaratustra
Suvenir de Lenin, mientras descansa.
El con hambre que borra su alma
Su corazón como maquina vieja olvidada
Poco a poco fue desaparece siendo su rostro de fisionomía humana
Su fuerza de dragón de plata
Sus dientes de Vampiro de raza
Su coraje de escudo de malta
Pronto boto sus espadas
Sus lápices y sus armas…
El destino un día le dio la espalda
La frágil cuerda lo tentaba
Al parecer ya no dormía, ya no platicaba…
Su presencia poco a poco fue borrándose de las de las vías solitarias
Encerrado en su casa
El universo lo llamo…
Como una vil célula él se entrego…
El vecindario triste con mudez contemplo.

El ángel que lo recibía en el cielo.
Gritaba otra vez torturaron al artista
Entiérrenlo en el agua
Que nadie lo vea
Que nadie sepa de su pechera
De la vida que nunca existió
Por todo lo que sufrió
El pago de su don
Las calles que recorrió
No digan que la sociedad lo mato…
Porque todo fue parte de la divina evolución…
Quien será el otro en bajar a la tierra.
Y nos explique.
¿Cuál fue el gran error?

Oscar Duarte.
Escrito en el miserable Olimpo.

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