lunes, 1 de junio de 2009

Donde la vida no vale nada y cuesta tanto vivir no se quien lo dijo...

El discurso que no se acaba.

Las palabras nunca se acaban
Tu rostro siempre me marca
Tu nombre escrito en mi palma
Un paraguas en la garganta
Y a lo lejos…
Hay una amenaza
Inutilizada la llave de mi alma
Guindada con una cuerda que desbarata
Yo como el ciego que pide y se marcha
Desconociendo mi conducta humana
Ya todo me cansa
Tirado al cause
Con una arma sin balas
Nadie pierde
Luego el pájaro canta
y recuerdo mi vida de pirata
Joyero
Acreedor de heridas
de palabras
de un cielo azul
del barrilete
de la locura
de tu desnuda
que has formado este laberinto
Sin salida
Sin respuesta
de un vacio
Que no existe
o que nunca llegara a existir
Mas que un invento
Tuyo y mío
y de los testigos que vieron nuestro mundo
sin explicación
Buscando en la vida consolación
de algo desconocido
Siguiendo un instinto
en el camino
Sangrando
por una puñalada
que me perforo una costilla
Preguntándome
de donde salió tu nombre
Mesclado ya con mi sangre
Apago la vela…
El mensaje está oculto
Salteado
Como la vida que nos ha tocado.

Oscar Duarte. Escrito del omega que se repite luego no termina pero siempre empieza.

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